Archivo mensual noviembre 2017

PorMerche

Contágiate, di sí a la energía positiva

Cuando las cosas se ponen difíciles es muy fácil echarse las manos a la cabeza y pensar que, de ahora en adelante, todo va a salir mal. Tendemos a gastar la energía diaria en solucionar problemas que en nuestra mente son como enormes castillos de arena.

Si el ambiente que te rodea tampoco ayuda y abre camino a eso que llamamos las “malas vibras”, tendemos a pensar que esas pequeñas desavenencias que surgen no tienen solución y que al final del túnel nos toparemos con la oscuridad.

Es sencillo que ante situaciones que no controlamos o somos incapaces de dominar, decidamos quedarnos presos sin intentar gastar nuestra energía en salir a flote, dando ventaja a eso que llamamos mala suerte, problemas, inquietudes…

¿Qué hay de eso que llaman positivismo?

Cuando vemos a alguien que ante una circunstancia negativa se manifiesta impasible, aparentemente no sufre o ve el lado positivo, la mayoría de las veces tendemos a pensar que esa persona no ve la misma realidad que nosotros, o que tiene una coraza o que carece de sentimientos. ¿Qué estamos haciendo? Seguimos en nuestra línea de malas prácticas…

¿Puedo ser positivo aunque la circunstancia no acompañe?

Sí, puedes. Claro que para ello necesitas armarte de valor y mucha paciencia, porque luchar contra la adversidad a veces se convierte en una odisea que nosotros sí podemos controlar. La energía positiva suele estar presente aunque el ambiente no sea propicio. Siempre hay alguien que te puede dedicar una palabra de ánimo o incluso una sonrisa, pero para eso tenemos que cumplir la tarea de rodearnos de personas que fomenten optimismo y energía.

Sobreponerse a momentos adversos es sencillo siempre y cuando tengamos una visión a futuro, evitando quedarnos atascados en lo malo e intentando ver el lado bueno de las cosas.

Esta característica puede aplicarse a todas aquellas fases en las que tratamos y convivimos con personas y aparecen problemas y desavenencias que hacen temblar nuestro positivismo, permitiendo que esa energía desaparezca.

Trabajando con nosotros mismos

La tendencia es que cuando sucede algo malo, pensamos que la culpa se debe a un factor externo, el miedo se apodera de nosotros y somos incapaces de controlar cualquier problema que se presente. En este caso, la comunicación es clave y tener las cosas claras también. Hemos de trabajar mucho factores como el autocontrol para no dejarnos arrastrar por lo negativo y optimizar al máximo todas esas características que son positivas y que dejamos de ver cuando el miedo nos ciega e impide ver más allá de este punto.

No todo es tan malo como lo pintan

Claro que no. En el momento que exteriorizamos nuestros problemas e inquietudes, podemos obtener muchas respuestas distintas, es la ventaja de las “mentes pensantes” y quizá tenemos esa gran oportunidad de eliminar esos aspectos negativos que nos atrincheran en lo negativo.

Aunque no suene muy optimista, una de las premisas que hemos de tener presentes es que todo puede ser peor pero… ¡también mejor!

En circunstancias de presión y estrés lo mejor es mantener la cabeza fría, no dejarnos llevar por el momento y ser capaces de controlarnos, ya que por muy complicado que parezca, la solución casi siempre suele estar a la vuelta de la esquina.

El miedo es como un vicio malo, ataca directamente a nuestra energía, pero si gozamos de una saludable y la protegemos incluso de los malos pensamientos, seremos mucho más felices y productivos, controlaremos las circunstancias del estrés y podremos trabajar el autoconocimiento.

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¿Cómo motivas a tu equipo en tiempos de crisis?

Con este artículo no pretendo vender humo ni mucho menos. Mi única intención es contarte cómo motivar a tu equipo si los tiempos que acontecen son negativos y tienden a una situación de catástrofe, especialmente en el ámbito emocional.

Gestionar equipos de trabajo es una labor muy muy complicada, no todo el mundo vale. Parece que cuando se cuelga la responsabilidad de tener un grupo de personas a tu cargo, es sencillo que todo el mundo esté contento y trabaje en armonía… pero la realidad se separa demasiado de esta circunstancia llamémoslo… ideal.

No pretendo que esto sea una lección, o que mi forma de ver las cosas haga que cambies las tuyas si gestionas equipos, ¿o quizá sí?

Trabajar en equipo es una de las labores más complicadas que existen ahora mismo, es por ello que muchas veces en las empresas se pide como una característica… ¿Cómo podemos medir si alguien es bueno trabajando en equipo? Y lo más importante… En ese equipo ¿cómo se motiva a las personas?

Muchas veces, aunque queramos ser los mejores trabajando con otras personas, las circunstancias golpean e impiden que la paz reine y necesitamos esa figura que nos sirva de amparo y consuelo cuando las malas noticias nos atacan y dominan nuestras mentes y nos bloquean.

¿Qué cualidades debe tener un buen jefe?

Puede o debe tener muchas, pero a continuación detallo las más elementales y necesarias si quieres que tu equipo funcione y sea compacto y si vas a objetivos lógicamente, que pueda conseguirlos.

  1. Motivación. Es necesario motivar a tu personal. No basta en quedarse con “lo has hecho muy bien”, sino en arropar todas las circunstancias, tanto las positivas como las negativas. Vale que lo primero que llega es lo malo y la tendencia es la regañina o el castigo, aunque sea de carácter verbal. Este detalle duele mucho, porque cuando las cosas van mal, una palabra puede ser interpretada como algo muy negativo y generar un impacto diferente al que queremos generar en el trabajador. De ahí que la segunda característica sea una comunicación efectiva.
  2. Comunicación. A veces, levantar el teléfono o hablar personalmente es mucho más positivo y reduce problemas comunicativos que en definitiva solo terminan en malos entendidos y disgustos que pueden evitarse, pero la tendencia, las prisas y el hacerlo todo ya invita a que esas “comunicaciones” sean vía correo electrónico y genere esa negatividad de ver algo escrito que de palabra puede tener una interpretación diferente.
  3. Escucha, pon el oído. De nada vale tener a tu equipo enfadado e ignorarlo, pensando que ya se les pasará o que quizá si tienen algún problema, dejando los días desaparecerá. Error. Si alguien de tu equipo tiene problemas o inquietudes, aborda la situación cuanto antes. Tal vez lo que hoy sea un problema tenga una solución, pero si lo dejas pasar, quizá mañana sea tarde.

Qué ocurre cuando el equipo no va hacia delante

Contaminarse de las malas circunstancias es lo más sencillo del mundo, es como un virus, que se propaga a la velocidad de la luz y sin ningún miramiento. Si tu equipo te pide ayuda, dásela. No te quedes en el papel, pasa a la acción. Muchas veces, los problemas que parecen un mundo, tienen la solución más sencilla, pero cuando existe un bloqueo, es complicado encontrar esta solución.

Analizar todas las circunstancias es imprescindible si queremos que nuestro equipo sea compacto y no quiebre y conserve su vitalidad. Es real que todo en la vida tiene complicaciones, pero escuchando, podemos dar soluciones que tal vez los nuestros no vean.

Necesario es también que las personas encuentren amparo en alguien, que puedan desahogarse y contar lo que les inquieta, que puedan sentirse libres de expresarse sin esperar una respuesta dictatorial y negativa.

Y tú… ¿cómo motivas a tu equipo ante una crisis?

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Entrevistas: Cuidar la imagen es un plus

Durante estos días he leído mucho sobre si la foto en el CV es o no necesaria y aunque yo es un tema que por los perfiles que trabajo no hago especial mención a la imagen, sí que estoy de acuerdo en una cosa, que si ponemos foto tiene que ser pareja con la realidad.

Que un candidato decida no poner su foto en el CV por la razón que quiera es respetable, puesto que en función de la vacante a la que se está postulando, muchas veces la imagen no es lo más relevante.

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Encuestas de satisfacción: ¿beneficio o perjuicio?

Seguro que alguna vez en tu trabajo te han invitado a realizar una encuesta de satisfacción laboral. La primera pregunta que se nos viene a la mente suele ser ¿me va a beneficiar o me va a perjudicar lo que conteste? Si me quejo o me manifiesto en desacuerdo… ¿me despedirán? Y luego pensamos… ¡Ah! Si es anónima… ¿o no?

Clima y satisfacción laboral

Para muchas empresas es clave saber si sus empleados son felices y se encuentran integrados dentro de su organización, por lo que de forma semestral o anual suelen lanzar a sus empleados una serie de preguntas para medir el nivel de satisfacción y si el ambiente laboral es bueno para el correcto desarrollo de la labor dentro de la empresa.

Una de las herramientas más utilizada en estos casos es el cuestionario, pero dentro de esta metodología hay diferentes ejemplos de encuestas que sirven para estudiar el clima organizacional.

Aunque existen muchos tipos, vamos a hablar de los más relevantes y las claves para que contestar a las mismas no suponga un perjuicio mental que afecte para el desarrollo de la tarea diaria.

1. De respuestas abiertas o cerradas:

Para conocer fortalezas y debilidades dentro del trabajo se emplea el cuestionario de respuestas abiertas o cerradas, es decir, en función de la información que queramos obtener, se utiliza un tipo u otro.

Respuestas abiertas: se pregunta al empleado por su opinión sobre aspectos relacionados con la mejora de la empresa en cuanto a organización, división de tareas, valores de empresa, días libres, vacaciones, remuneración, compensación de horas extras… Esta modalidad atiende a un conocimiento profundo de la experiencia del trabajador y es perfecta para conocer aspectos que necesitan algo más que un sí o un no, ya que las respuestas que se pueden ofrecer son múltiples y diferentes en función de cada empleado.
Respuestas cerradas: en esta categoría encontramos diferentes tipos: de respuesta única, como sí o no, un listado de varias posibilidades a elegir una o varias e incluso el aporte de una respuesta que no se encuentre dentro de las ofrecidas si no se ajusta al pensamiento del trabajador.
Respuestas mixtas: se trata de una combinación de preguntas abiertas y cerradas que engloban varias respuestas posibles además de la última opción donde se permite añadir una respuesta diferente a las dadas.

2. Encuesta online o buzón tradicional:

Una opción que toda empresa debe plantearse a la hora de lanzar su encuesta es por qué vía la va a realizar. Hace unos años, la opción más elegida era la de presentar el cuestionario en formato papel con una serie de preguntas de clima donde se preguntaba por diferentes aspectos.

Las nuevas tecnologías han dado paso a abrir las opciones y presentar estas encuestas en formato online, lo que ahorra mucho tiempo y permite a los empleados realizarlas de manera cómoda y por ello, cada vez se utiliza más esta herramienta como medición de satisfacción laboral.
Entre otras ventajas, permite a los empleados realizarla en cualquier momento y lugar, se evita el riesgo de extravío ya que los datos enviados se almacenan en red y permite un análisis exhaustivo y prácticamente inmediato, lo que conlleva una reducción de costes respecto a la encuesta en papel.

¿Qué ocurre si nuestro equipo de empleados no tiene un acceso fácil a las nuevas tecnologías? Todavía se realizan muchas encuestas en papel, los datos suelen ser mucho más fiables y las personas suelen responder a todas las preguntas aunque la encuesta sea de carácter anónimo por el hecho de no entregar un cuestionario vacío al encuestador.

¿Me van a beneficiar o me van perjudicar las respuestas de mi cuestionario?

Como indicaba al principio, muchas veces nos manifestamos temerosos de responder a estos cuestionarios porque pensamos que pueden tener “represalias” si nuestras respuestas no son positivas o no se corresponden con la filosofía de la organización.

Es mucho más fácil responder una encuesta tradicional, es decir, a través de papel, ya que podemos ofrecer respuestas sin que tengamos que revelar datos sobre nuestra identidad hasta que te das cuenta de que te preguntan el género y la edad y entonces miras a tu alrededor y si tu grupo no es de tu misma edad, piensas “me van a pillar fácil” y limitas tus respuestas.

No hay que tener miedo a este tipo de cuestionarios, ni tampoco pereza, porque este tipo de herramienta se utiliza puramente para conocer la satisfacción laboral y en el caso de que las respuestas no sean todo lo positivas que las empresas esperan sirve para poner en marcha mecanismos que trabajen esta satisfacción laboral.
Aunque de pereza e incluso por qué no decirlo, miedo, hemos de contestar a este tipo de encuestas si queremos conseguir cambios positivos en nuestra organización. El hecho de que cuenten con nosotros para saber qué es lo que se cuece dentro, por muy extraño que parezca, a la larga ofrece resultados positivos y como ya hemos indicado en otras ocasiones, la comunicación es clave para que el desarrollo de la organización sea todo un éxito.

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