El mercado de trabajo, al igual que muchas otras áreas, está sufriendo una gran transformación.
El escenario que se presenta es bastante confuso, pero apostar por una buena formación es un bloque seguro si queremos estar presentes y activos en el mercado de trabajo.
El abismo de esta crisis económico-sanitaria y todas sus consecuencias han colocado la incertidumbre en el orden del día y, partiendo de esta base, tenemos que trabajar para empezar de nuevo. Los cambios llegan sin avisar y sin llamar a la puerta, y se terminan instalando hasta dar la vuelta a todo eso que antes podíamos llamar o considerar “normal”.
Tenemos que poner el foco en nuevas directrices, parámetros, nichos de mercado y sectores de interés.
Bien es cierto que muchos negocios han tenido que echar el cierre y otros han decidido reconvertirse para continuar en la lucha y hacerse un hueco en el mercado.
A su vez, muchos profesionales se encuentran esperando su momento y observando con interés las nuevas oportunidades que ofrezca el mercado laboral. Para ello, es necesario contar con determinada flexibilidad, conocimientos específicos de cada área y mucha resiliencia.
La formación siempre es necesaria, pero en este nuevo escenario que se nos plantea, es algo primordial.
Formación post-Covid19
Tener el CV actualizado es obligatorio, pero ahora más que nunca, es necesario añadir que hay que contar con habilidades y competencias que se ajusten a las necesidades que marca el mercado laboral en la actualidad.
El confinamiento convirtió a la tecnología y la digitalización en protagonistas indiscutibles y compañeras de nuestras actividades de carácter habitual, incluyendo también a la formación.
Durante estos meses se ha visto cómo emergía una oferta formativa de todo tipo para mejorar diversas áreas de conocimiento. Cierto es que aunque antes de la pandemia esta oferta ya existía, ahora se ha multiplicado exponencialmente y tenemos que ser muy pulcros a la hora de determinar cuál es la formación que queremos y especialmente, que necesitamos para la mejora de nuestra trayectoria profesional.
Y es ahí donde también entra en juego la importancia del aprendizaje continuo. Se precisan técnicos expertos con alto nivel de resiliencia, y grandes dotes de liderazgo.
Los nuevos tiempos traen el auge de un nuevo liderazgo compuesto especialmente de cualidades como la comunicación, la transparencia, la confianza y la innovación, como puntos indispensables para levantar y luchar por una organización, por lo que es indispensable que los líderes cuenten con ellas.
Además, hablando de la transformación digital en la que nos hemos sumido, estas personas deben contar con la capacidad de conectar con otras y ayudar a los compañeros a tomar decisiones correctas y adecuadas para la consecución de objetivos. Esto permite ser más ágil y competitivo, permitiendo ahorrar tiempos y generar sinergias.
En cuanto a los perfiles más demandados a nivel profesional, estos cambios hacen que las empresas se focalicen en buscar personas formadas en comercio electrónico, gestión de proyectos, ingenieros/as, marketing, coaching y otras muchas áreas.
Beneficios de la formación online
Aunque la formación presencial sigue siendo necesaria y es un tema que continúa pendiente, me gustaría hablar de los beneficios que tiene la formación online, algo que ha ido aumentando con el paso de los años y que ha crecido de forma exponencial a causa de la pandemia.
La tecnología es la gran aliada que ayuda a personalizar los distintos modelos de formación, permitiendo una interactividad que lo hace interesante y llamativo, puesto que una de las mayores trabas que tiene este tipo de formación es la fuerza de voluntad personal que se necesita cuando hacemos este tipo de formación.
La formación virtual ofrece grandes ventajas tanto a empresas y trabajadores como a todas aquellas personas que quieren formarse en áreas determinadas. Algunos ejemplos de ello son:
El papel del profesional en la búsqueda de empleo
Somos conscientes de que con las circunstancias que nos rodean actualmente es complicado acceder a un empleo y es por este motivo que contar con una adecuada formación puede abrirnos muchas puertas, otorgándonos un valor adicional y haciéndonos atractivos como candidatos/as.
Ante este escenario, la formación continua es un recurso indispensable para ser empleable dentro del mercado laboral. Es necesario reciclar nuestras propias habilidades en un entorno donde el cambio y la incertidumbre son compañeros de mochila.
Es muy importante tener en cuenta que habilidades como la flexibilidad, resiliencia, agilidad y adaptación al cambio son indispensables para hacer frente tanto a la propia búsqueda de empleo, como al desarrollo de un puesto de trabajo como tal.
Aunque es un tema que da para mucho, y podría seguir escribiendo sobre ello, creo que esto son las pinceladas básicas para enfrentar la nueva situación en cuanto a formación se refiere.
En el próximo post hablaré sobre formación gratuita y de pago y formación presencial y online. En este post hemos hablado de las ventajas de la formación online, pero no debemos olvidar a la presencial aunque ahora las circunstancias no acompañen.
Espero que os resulte de utilidad y cualquier duda o sugerencia que tengáis, la compartáis conmigo en comentarios.
¡Os deseo una feliz semana!
En los procesos de selección actuales, cada vez es más frecuente que nos encontremos con el concepto de competencias laborales para el desempeño del puesto de trabajo.
Entendemos como competencias laborales aquellas características que se encuentran relacionadas con la actuación efectiva en el trabajo y los candidatos a un puesto de trabajo deben acostumbrarse a esta definición y lo que significa a la hora de ser seleccionados, es decir, las competencias laborales recogen la idoneidad de una persona, ya no solo para el puesto, sino también para adaptarse a la empresa y a la cultura de la misma.
Hace unos meses asistí a un Taller sobre Marca Personal en Consultoría donde uno de los ejercicios que realizamos todos los participantes fue el de determinar las Competencias que nosotros considerábamos claves para un puesto de trabajo.
La idea era recoger todas aquellas características con las que nos cruzamos en la actualidad cuando aplicamos a una vacante. Aunque a continuación vamos a analizar las más relevantes, hemos de indicar que el escenario en el que nos encontramos requiere de unas premisas necesarias para enfrentarse a un proceso de selección.
¿Sabes ser un buen líder? Una de las habilidades más demandadas, especialmente en puestos de alta dirección, es el liderazgo. Ante los demás, cada palabra y cada acción que realizamos nos define. No importa cómo seas capaz de definirte tú, las palabras que utilices para hablar de ti y tu forma de ser, son los demás los que te van a definir en base a las acciones que tengas hacia ellos.
A veces, en entrevistas de trabajo para puestos que requieren esta cualidad, pueden preguntarte ¿Has tenido equipos a tu cargo? ¿Crees que podrías ejercer como líder? Y uno contesta como buenamente puede en base a la experiencia que trae de tiempos anteriores.
Existen muchos tipos de Liderazgo, por ello, vamos a comenzar analizando el de equipos de Alto Rendimiento.
Un líder efectivo es aquel que conoce a la perfección la dirección de su organización y está enfocado en alcanzar su objetivo mediante el establecimiento de una visión integradora para alcanzarlo. Un líder entiende que, ante una necesidad, cada persona individualmente necesita ser modelado y enfocado hacia el objetivo.
El rol del liderazgo dentro de un equipo de alto rendimiento se aleja del rol que contempla los aspectos de planeación, organización, dirección y control. Una característica relevante de este tipo de liderazgo es el desarrollo continuo de las capacidades de un equipo y sus responsabilidades.