Cuando emprendemos un proyecto, ya sea de carácter personal o profesional, la idea es empezar por conocernos nosotros mismos. El concepto de autoconocimiento se entiende como el punto de partida de un proceso de mejora personal y tanto a nivel personal como profesional incluyendo el aspecto del aprendizaje como ingrediente básico para que el proceso funcione.
No os voy a explicar qué es el autoconocimiento, porque de ello hay muchísima información que se puede consultar y no quiero resultar repetitiva. Hoy quiero hacer referencia a las herramientas primordiales para trabajar este punto clave de nuestra vida.
La semana pasada abordamos el tema de la Marca Personal. Como adelantaba, se trata de un elemento que tiene muchos aspectos que comentar y tener en cuenta a la hora de ponerse manos a la obra y realizar la nuestra.
Ya comentábamos que es algo que hace a nuestro perfil diferenciarse y sobresalir, pero lo cierto es que se está convirtiendo en una práctica frecuente y generalizada a medida que se van conociendo datos sobre este elemento tan importante a la hora de darnos a conocer.
Cuando una persona decide que es el momento de crear su Marca Personal, generalmente lo hace con una serie de objetivos como pueden ser:
Inicio de una carrera profesional seria y por tanto, la necesidad de darse a conocer.
Búsqueda de nuevas oportunidades laborales, bien sea realizando la tarea del autoempleo o buscando en su sector u otro diferente.