Bienestar emocional y búsqueda de empleo

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Bienestar emocional y búsqueda de empleo

El bienestar emocional es esencial para afrontar la búsqueda de un nuevo empleo y para tener una vida saludable en lo que a emociones y sentimientos se refiere.

Como consecuencia de la COVID-19, muchas personas han visto su actividad diaria y su rutina profundamente modificadas, bien sea por los cambios en la forma de trabajar o por la pérdida del empleo.

Encontrarse en situación de desempleo generalmente provoca una gran sensación de vacío que podemos tratar de llenar realizando otro tipo de actividades que ocupen nuestro tiempo perdiendo el foco del objetivo principal que es la búsqueda de un nuevo proyecto profesional.

La realización de estas actividades abarca parte de ese tiempo que antes se ocupaba en la realización de las tareas laborales o una rutina claramente diferente a la que vivimos a día de hoy.

Cierto es que en estos términos es imposible generalizar, ya que habrá personas que no hayan notado cambios y puedan decir que la frase anterior no les representa y es cierto. Lo que también es verdad es que, desde el otro lado, hay otras que sí han visto modificado su día a día y ahora se enfrentan a retos nuevos y diferentes.

Para poder enfrentar una búsqueda de empleo de manera correcta hay que dar prioridad a gestionar el tiempo de forma satisfactoria, utilizando parte de él para actividades que formen parte de la rutina y otra parte destinándolo a conseguir ese nuevo proyecto laboral.

A su vez, también es muy importante contar con que, durante ese proceso, un tema indispensable es aprender a gestionar nuestra parte emocional mientras dure esta transición.

¿Por qué? Por la razón de que la búsqueda de empleo nos hace pasar por diferentes escenarios y es necesario enfrentarlo con motivación y entusiasmo. La realidad es que la situación actual puede llegar a ser costosa si no logramos o conseguimos nuestro objetivo.

Para enfrentar una búsqueda de empleo teniendo en cuenta nuestra parte emocional, tenemos que contar con nuestra parte más personal, es decir, pensar en aquello que nos provoca felicidad y nos gusta hacer en el día a día, cosas que nos producen disfrute emocional y elimina de nuestra mente el sentimiento de miedo, estrés o incertidumbre que el desempleo provoca.

Cuando buscamos empleo necesitamos tener una determinada estabilidad emocional para poder analizar, sopesar y tomar decisiones con coherencia. Como indicaba un poco antes dentro de este artículo, el desempleo provoca distintos escenarios y eso nos hace enfrentarnos a circunstancias que pueden ser más o menos complicadas en función del punto emocional en el que nos encontremos.

Toda búsqueda de empleo parte de un plan de acción que se debe trazar previamente, fijando una serie de objetivos a cumplir durante todo el proceso para poder llegar al objetivo, midiendo por fases, es decir, es un proceso gradual que comprende varias partes y que no tiene un único objetivo, o si lo tiene, previamente deben marcarse una serie de metas que nos permitan felicitarnos si somos capaz de alcanzarlas.

En una circunstancia como la que vivimos en la actualidad, el bienestar emocional se ha visto perjudicado por diversos factores. Atendiendo a la parte laboral, es preciso darse cuenta de una serie de factores que debemos tener en cuenta si queremos que este proceso no se convierta en una ardua tarea y un camino pedregoso.

Entonces ¿Qué podemos hacer para gestionar nuestras emociones durante la búsqueda de empleo?

Cuando vivimos situaciones que nos incomodan o no nos gustan, tendemos a manifestar rechazo o negación tratando de eliminarlo de nuestro camino para evitar que nos perjudique. Aunque no es una mala práctica, tenerlo en cuenta puede llevar la consecuencia de aprender de ello y pensando con la cabeza fría podemos dar una solución a lo que nos genera el conflicto.

Dentro del camino de la búsqueda de empleo nos encontraremos algún no y también momentos de falta de información, bien sea por no recibir feedback o no obtener los resultados esperados. No hay que tomar esta situación como un fracaso, sino como una oportunidad de aprender qué es lo que hemos podido hacer mal y por qué razón no hemos sido los candidatos seleccionados.

Es muy importante trabajar el autoconocimiento y la motivación, eliminando esos pensamientos negativos como el “no puedo” o “no soy capaz” que lo único que hacen es limitar y perjudicarnos emocionalmente. Con esfuerzo y constancia se puede conseguir el objetivo, y aunque no salga a la primera, es necesario volver a intentarlo y aprender.

A la hora de trabajar nuestro perfil profesional, es muy importante saber cuáles son nuestras habilidades y competencias y ser capaces de exteriorizarlas y darlas a conocer. Servirá para forjar esa necesaria identidad profesional y el camino a seguir. Es importante hacerse preguntas que respondan a la duda que genera el desempleo. ¿Debo cambiar de sector? ¿Cuento con las competencias? ¿Me encuentro actualizado/a? ¿Debo invertir en formación?

Encontrar las respuestas a esas preguntas nos puede otorgar pistas y tener certezas y cercanía hacia el objetivo laboral.

También es muy importante buscar apoyo personal y/o profesional. El camino del desempleo puede ser duro y espinoso, especialmente si las circunstancias que lo acompañan son negativas, por lo que, a la hora de trabajar las habilidades sociales en la búsqueda del empleo, es preciso apoyarse en el entorno cercano, amigos y familiares que puedan acompañarnos durante este proceso.

La situación de desempleo se puede acompañar de momentos de frustración, ansiedad y desesperación si el empleo no se consigue pronto, y hay que evitar caer en la teoría del “todo vale”.

Muchas personas consideran que, si no encuentran trabajo en su sector, pueden abrirse camino en otro diferente o nuevo sin contar con las competencias necesarias para el desarrollo efímero y esto puede provocar una sensación de inseguridad o de vacío.

Enfrentarse a un reto nuevo es posible y se puede hacer, y si alguien quiere probar suerte en un sector nuevo, puede hacerlo, pero partiendo de una base que hay que trabajar para poder conseguir ese nuevo objetivo.

Y aunque la situación sea complicada, todo es cuestión de perseverancia, siempre, tratando de verlo desde un punto de vista positivo.

Ser saludable emocionalmente permite afrontar las situaciones y los retos desde un punto de vista diferente. No quiere decir que no haya problemas, que los habrá igualmente, pero enfrentarlos con una visión más positiva y motivadora puede hacer la experiencia más enriquecedora.

¿Qué opináis? ¿Habéis pasado por una situación así recientemente? ¿Qué aportarías a esta lista de consejos?

¡Feliz semana!

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